¡Ya estamos de vuelta de la semana blanca en Andorra!
Completada con éxito esta semana de esquí que hemos aprovechado de principio a fin como siempre, aunque a veces pueda resultar agotador el ritmo de funcionamiento para disfrutar de las jornadas de esquí y las actividades de la tarde. Este año récord de participación con 73 alumnos.
Estábamos citados el viernes 10 de diciembre en la puerta del instituto para darnos un pequeño “paseito” hasta el país pirenaico. Ya bien entrada la tarde llegamos a la tienda de alquiler. Tallas comprobadas, fijaciones ajustadas según peso y nivel y código apuntado para no confundirnos con los de los compañeros. Dejamos esquís y botas en las jaulas que utilizaremos y vamos al hotel.
Comprobamos lo bueno que es el hotel y lo bonitas que son las habitaciones y llegada la hora de la cena probamos el buffet (con muchos platos a elegir y posibilidad de repetir cuantas veces se quiera).
Vuelta a las habitaciones, recordatorio de normas básicas y a la mañana siguiente probaríamos la nieve.
El lunes 11 de diciembre se antojaba el más difícil. A la complejidad de utilizar por primera vez el material de esquí no acompañaba la meteorología, nevando y con frío. Pero objetivo conseguido de adquirir las nociones básicas... y ni siquiera se hizo daño nadie!
El primer día de inicio separan a los que no han esquiado nunca para que estén en grupos donde comienzan desde cero, mientras que los que ya han esquiado (pocas o muchas veces) hacen unas bajadas para agruparlos por niveles.
Tras la clase tenemos hora fijada de comida algo británica pero no viene mal habiendo desayunado temprano: 12:45, con posibilidad de entrar antes para tener un margen algo mayor de la media hora standard. Self Service a elegir uno de entre varios primeros, un segundo, un postre, pan, refresco y botellas grandes de agua.
Por la tarde un rato de esquí libre para aprender lo aprendido por la mañana, hoy algo más corto que el resto de los días pues nos esperaba otra “dura” tarea... ¡3 horas en el famoso balneario de Caldea!
El martes 12 nos esperaba un día espléndido de esquí, con la nieve en condiciones inmejorables (caída del día anterior pero ya pisada por las máquinas y preparada. Además, ya con más experiencia tras el primer contacto el día anterior todo va fluyendo cada vez mejor.
Tras el rato de esquí por la tarde, ducha rápida y ¡a seguir aprovechando la tarde! Bus al centro de Andorra la Vella, paseo y compras antes de volver al hotel para cenar y descansar hasta el día siguiente.
El miércoles 13 de diciembre continuamos esquiando o haciendo snow, siguiendo las clases por la mañana y practicando más por la tarde. Todo un lujo tener la estación de esquí prácticamente a nuestra disposición, sin esperar ninguna cola.
Una vez cerrada la estación, por la tarde-noche pasamos un rato entretenido jugando y tomando un refresco en la bolera.
El jueves 14 seguíamos perfeccionando nuestra técnica deslizándonos sobre la nieve ¡ya se nos va dando fenomenal! Algunos nos deslizamos también por Pal, la otra zona de la estación.
Tras la jornada de esquí, por la tarde seguimos haciendo turismo por la zona céntrica de Andorra la Vella.
El viernes 15 ya éramos todos super-expertos esquiando. Lo más difícil era afrontar un día doblemente duro físicamente: día de esquí, que pudimos aprovechar al máximo, incluso el rato de esquí libre, ya que pudimos retrasar la hora de la comida y muchas hora de bus para volver a casa. Pero mostramos poder con todo y más y, disfrutamos a tope los últimos coletazos del viaje!
Hay muchas más fotos de todo el viaje (y algunos vídeos) colgadas en ESTE ÁLBUM DE FOTOS SEMANA BLANCA EN ANDORRA 2017.
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